miércoles, 27 de junio de 2012

EL AROMA DE MAMA - Por MARIA LAURA SOSA SALUM

EL AROMA DE MAMA

Ese aroma incomparable que surge de la cocina,
cuando sus hábiles manos mesturan los ingredientes,
cuando de lejos se siente el sonar de cacerolas,
heladera que se abre, alacenas que golpean,
las tapas cual campanilla dejan sentir el hervor…
Qué concierto se desata cada día en la cocina,
que sensaciones tan bellas que nuestra mente inspiran…
el sol que cálido entra por la única ventana,
e ilumina su figura en la cocina inclinada
ya pelando las papas… ya cortando las cebollas…
ya secándose las lágrimas que se desprenden solas
el delantal en su falda que resguarda la pollera
y en el que sus manos se estrujan, secan y se restriegan…
Quien sabe cuántos recuerdos pasarán por su cabeza
mientras agrega la sal, la pimienta, la manteca,
tal vez nostalgias doradas de los años de su infancia
quizá la propia cocina de aquella inolvidable casa…
cuando las manos de su madre eran las que amasaban…
Hay olores que nos siguen y nos conmueven el alma
hay aromas imborrables que siempre nos acompañan:
el olor de tu cocina… el aroma de tu cama…
el perfume inigualable de una mamá a quien se ama…


MARIA LAURA SOSA SALUM.

domingo, 24 de junio de 2012

A todos los escritores que deseen participar de la próxima ANTOLOGÍA QUEHACER ECOLÓGICO DE RUBEN SADA , éstos son los datos que él me dice les transmita. Gracias.Etel


ANTOLOGÍA ECOLÓGICA QUEHACER ECOLÓGICO DE EDITORIAL RUBÉN SADA
Si deseas estimular a los escritores de Viamonte para que participen en la misma, hazlo, y que me envíen los poemas "firmados" con n´º documento al pie, teléfono para comunicarme, y e-mail del antologado. Así lograremos una buena participación de Los Toldos en dicha obra, y podré concurrir a presentarla allá nuevamente.
.
Gracias por todo el talento que le ponés a tus trabajos.

RUBEN

martes, 19 de junio de 2012

San Emilio... 100 años de historia

Amanda Noemí Atadia y Mirtha Placeres, presentaron junto a la Directora de la Escuela N°8, Nancy Susseret,  el libro de San Emilio: "Una escuela, un pueblo...100 años de historia", en el Primer Congreso de Escritores en Los Toldos.

El árbol del Primer Congreso de Escritores en Los Toldos...

foto Ruben Lettieri

domingo, 17 de junio de 2012

Dudas y Turismo - Por Silvia Graciela Oliverio



DUDAS Y TURISMO



A mi amigo Cristian Quintili 


Por Silvia Graciela Oliverio


La noche reinaba con corona de estrellas. Un maletero ordenaba bolsos en la plataforma de la terminal. En la algarabía de las despedidas, el pueblo interrumpió su mansedumbre de llanura. Los turistas subieron al ómnibus, y se durmieron inmediatamente. Un viaje de ochocientos kilómetros suele hacerse largo. El sol parpadeaba hilos plateados desde su escondite, hasta que logró subir. Apenas amaneció, los rayos anaranjados despertaron a “Tango-Angel”. Comenzó a pensar, aún soñoliento, una mezcla de fantasías y realidades. Se imaginaba el encuentro, que decir para que todo pareciera casual. Estudió las estrategias posibles, en caso que se diera la química, o no. Una alternativa podría ser, que a su llegada, ella fuera completamente indiferente, como si los mails, los llamados telefónicos y las largas horas de chat, hubieran sido con otra persona. Otra alternativa, que no se descartaba para nada, era que él llegaba, la chica estaba feliz y seductora, pero que a “Tango-Angel” no le llegaran sus encantos, y entonces pensaría, para que diablos hacer tantos kilómetros en vano.


A continuación analizó las alternativas más atrapantes. En todas esas variantes había buena química. Las miradas embobadas se entrecruzaban en cada mate. Un cartel de la ruta decía que le faltaban trescientos kilómetros para llegar. Ella lo estaría esperando, recién bañada, con el cabello mojado y con un perfume dulce. En unas tres horas estaría viviendo su sueño, se imaginó el brillo de sus ojos, como sería su piel. Su imaginación desprendía botones, sus labios se hundían en la suavidad de sus pechos, buscando la tibieza de sus pezones. Valía la pena el ahorro de dos años para ese viaje. Veintiocho meses pensando en ella. En ese amor virtual. Fotos intercambiadas. ¡Se escribían frases tan lindas!

Pero... existía una posibilidad peligrosa, ella preparaba la valija decidida a seguirlo. La imaginó en el colectivo de su regreso. Aún había una opción peor... Ella, insistiendo que él se quedara en el norte, y hasta le resolvía el tema de encontrarle un trabajo allí...

“Tango-Angel” comenzó a transpirar... La responsabilidad se le instaló en cada centímetro de la piel. Se convirtió en “Maldito-Tango”. Puso en la balanza todo lo que perdería con su nuevo amor, en especial, perder la adrenalina de buscar la mujer ideal... ¡Cuantas cosas perdería! : la libertad, la soledad, la noción del tiempo... Nunca más las salidas con los muchachos, los bares y pubs lo perderían como cliente, y hasta los yiros extrañados cuando lo vieran pasar de la vuelta del supermercado dirían: - pobre... terminó siendo un hombre común y corriente... -


Un niño empezó a llorar en el asiento contiguo. La madre le cambió los pañales y le dio la mamadera. Cuando terminó la leche, empezó a comer galletitas y desparramar migas por todos lados. “Maldito-Tango” ya se imaginó dos o tres niños como ese en su casa, mas los suegros, la mamá de él, los cuñados y las tías... Ya la mesa del domingo parecía la de los Campanelli, lo más trágico, era que él estaba en la cabecera. Por unos instantes, el paisaje lo cautivó. Desde sus treinta años de infinita llanura, las sierras se presentaban como gigantes de tierra y piedras. Se distrajo, con el impacto de ver por primera vez las ondulaciones verdes que recortaban el firmamento.


De repente volvió a las alternativas, faltaban cien kilómetros, en una hora debería poner una de ellas en práctica, ya tenía estudiadas a todas las posibilidades. Todas no, faltaba una. Meditó cuatro o cinco kilómetros más. Si, pensó, es la mejor.

En un paraje perdido entre los cerros, “Maldito-Tango” le pidió al chofer que le diera el bolso, y se bajó del ómnibus. Cuando yo iba llegando a ese lugar, lo vi caminando a contramano. Deambulaba con el bolso en la mano derecha y la campera en la mano izquierda, con la mirada perdida entre las nubes, que revoloteaban en un espejado cielo azul. Después, vi como llegó al bar de la estación de servicio, pidió una cerveza en el mostrador, e inmediatamente sus ojos se desviaron hacia una minita que se acomodaba el ruedo descosido de la minifalda. Mientras el hermoso tema "tango vertiginoso" sonaba en la radio.

Cuento publicado en "EL ARCA DE LOS CUENTOS", selección de César Melis, Editorial Dunken.

Etel Carpi, naturaleza y arte

Etel Carpi, naturaleza y arte

viernes, 8 de junio de 2012

POESÍA LEÍDA EN EL ENCUENTRO ECOLÓGICO

FUTURO

Lo que quede del sagrado sol
Derretirá haciendo cenizas
Los últimos pájaros vivos
En la Tierra de lunar desierto.
Y los pocos humanos
De piel como láminas de aluminio
Caminarán sin rumbo
Buscando el todo
Que se ha vuelto nada.

Y cuando ya débiles y derrotados
Los últimos depredadores del paraíso
Escuchen un rugido feroz
Desde el corazón ígneo
Del planeta herido,
Será el dolor final
Que abrirá la puerta
Hacia el silencio cósmico,
Donde entrará la tierra extinta
Llevándose en su polvo
Cada forma de vida
Desarrollada por el milagro
De la combinación perfecta
De todos los posibles
Que habitan la infinitud del universo.

Punto final sin retorno
Por obra y gracia
De nuestra especie,
Pero aún hay tiempo
Si en el último instante
La última poesía
Del último poeta
Logra matar al monstruo destructor
Con el remedio curador  de sus pensamientos.

Todavía hay tiempo.
El sol está cada día.
Las aves construyen sus nidos.
Los árboles que siguen en pie
Nos alimentan con su oxígeno.
El campo reverdece en primavera.
Las mareas siguen su ciclo.
Renueva sueños y esperanzas
Nuestro planeta maltratado.
Y nosotros seguiremos escribiendo
a la vida y la belleza
Que todavía se da…
Porque solo allí están,
Todas las respuestas
Que esperas encontrar.

ETEL CARPI. Mayo 2012

jueves, 7 de junio de 2012

Etel Carpi, naturaleza y arte: POEMA QUE CONTESTA OTRO POEMA

Etel Carpi, naturaleza y arte: POEMA QUE CONTESTA OTRO POEMA

LA SOBERBIA - Por Marta Guzzo

En el marco del Encuentro de Poesía Ecológica… un cuento:

LA SOBERBIA
Por Marta Guzzo
Él habló, y la Tierra adquirió su justa dimensión. Ya no hubo polvo de estrellas en el aire, los océanos apaciguaron su gigantesco oleaje, el tamaño de las rocas se contrajo y la luna se adueñó del misterio. La calma descendió sobre el planeta.
Sobre la frente del primogénito, el Aliento Divino estampó dos sellos: el de la Eternidad, y el del Libre Albedrío.

Todo pasó demasiado rápido. La vida fuera del agua creció hasta alcanzar niveles desproporcionados y la naturaleza fue devastada sin remordimientos. Y Dios, que había regalado a sus hijos el poder de crear como Él creaba, descubrió en ellos una  arrogancia sin límites.
No pudo soportarlo.
De su magnificencia de Sagrado Alfarero surgió entonces una chispa que rozó la frente de animales y plantas habilitándolos para desarrollar conductas inteligentes. Después, detuvo la evolución humana.
 Gracias a la Divina Misericordia los hombres no murieron. Perduraron de una manera insólita: observando un mundo nuevo del que fueron excluidos. Se los despojó de sus atributos físicos y se los recluyó en un sitio invisible –una especie de vidriera gigantesca, impenetrable a los ojos del universo–.

Un castigo justo. Los que habían sido dueños y señores del planeta tendrían un siglo entero para aprender que la posesión del intelecto motivo de su orgullo no dependía de sus propias y pequeñas voluntades sino de la decisión de una instancia superior. Sin embargo, no perdieron la conciencia, y esa fue una razón para sentirse esperanzados.

           La vida continuó. Las especies que poblaban la Tierra evolucionaron de la mejor manera. Nadie perdió el rumbo. Se reveló la perfección de cada criatura, de cada acción, de cada sentimiento.
          Recluida en su sitio de observación, la raza castigada tuvo todo el tiempo del mundo para admirar lo que veía, y esa práctica la liberó de los viejos errores. La lección fue aprendida.
          Cumplido el plazo, hombres y mujeres quisieron volver a ocupar el lugar del que habían sido desalojados, pero la nueva realidad los golpeó en pleno rostro: ya no podrían satisfacer necesidades vitales como la provisión del alimento proveniente de animales y plantas, ni contar con el calor y la protección de la madera de los árboles. Además, al planeta había que  compartirlo.
        Una lección perfecta. La humildad, que había sido ignorada por los humanos, fue cultivada por seres considerados inferiores cuya evolución plena  los capacitó para accionar, pensar y sentir junto a los hombres, por los siglos de los siglos.
Desde entonces, ni siquiera en los diccionarios más antiguos puede encontrarse el significado de la palabra “soberbia”. Su grafía y su recuerdo fueron borrados para siempre de la memoria colectiva del género humano.  

Etel Carpi, naturaleza y arte: Despertar Ecológico en Los Toldos.wmv

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