Y en sus ojos no existe maldad alguna…
Solo ternura, solo pasión…
Sus labios me cuentan un cuento infinito, sin límites ni miedos.
Su piel testigo de una vida llena de historias y con ansias de vivir.
Pequeños ojos grandes se iluminaron al abrirse su voz, su historia ante mí.
Su caminar…de andar lento, sin prisa.
Me llevó a otros caminos…
Algo que a mi destino lo tomó por sorpresa.
Ella llegó de un lugar lejano, desconocido para mí.
Cabellos largos descuidados por el tiempo.
Hambrienta de vivir, de aire libre.
Junto a un equipaje ligero y palabras pesadas…
Ella supo vivir…valorar…enfrentar un pasado sin glorias.
Un presente que pasa de prisa y mata sus sueños que el futuro da vida.
YAMIL DASILVA. Mayo 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario