martes, 21 de febrero de 2012

HERMOSA EXPERIENCIA - Por Catalina Cimino de Nicholson

HERMOSA EXPERIENCIA

Atardecer gris muy gris, en el cual el horizonte se ve como si se reflejara en un espejo de agua. Sentada frente al río, miro el paisaje y las grandes montañas parecen inmensos monstruos cómplices del viento y de la lluvia, del ir y venir de los pájaros, de sus sonidos mezclados con el llanto de un niño... ¿Lo escuchaba yo, o era mi imaginación?. No, yo lo escuché, salí caminando y me interné entre los arbustos, tropecé con piedras pero no me detuve, seguí mi camino, guiada por ese sonido o sollozo, aunque en realidad no sabría definir que era. Caminé bastante y por fin llegué a ese lugar solitario, sin luz, tan inhóspito donde parece que allí sólo existiera la naturaleza... pero no era así: para mi sorpresa, encontré una choza y dentro de ella una mamá que había dado a luz..., ése era el sonido lejano que escuché. Y el panorama que mis ojos veían era asombroso, ver a esa madre con que ternura trataba de arropar y calmar el llanto del niño, allí en un lugar donde no había lujos no riquezas pero sí amor, mucho amor y algo que también llamó mi atención: fue ver allí dentro una cortina o manta que parecía un abanico de colores que cubría el lugar. Me senté en el suelo y observé ese cuadro "MADRE INDIA Y BEBE" y mi mente viajó a millones de años y pensé en una estrella, en una galaxia, en la luna y me pregunté: ¿allí también habrá nacimientos? ¿allí también, la vida será como la nuestra?. No obtuve respuesta, pues la voz de esa mujer me hizo volver a la realidad, me preguntó que hacía yo allí, quien era y que quería... no atiné a responderle pues el lugar ese tan placentero, tan único me había anulado, mis signos vitales estaban ahí intactos pero sumergidos en el espacio, en el tiempo en el infinito. No se cuanto duró esa experiencia, minutos, horas o quizás segundos. Me hice entender con palabras y señas, saludé y me retiré, otra vez bajo la mirada asombrada de la mujer, emprendí el regreso  caminata larga sin sonidos que me guiaran, pero con tanta paz en mi alma que después de tanto andar llegué a mi hogar y cuando entré sentí ese aroma tan particular a canela: mi madre me esperaba con un riquísimo postre, devolviéndome mi imagen.

El niño de las estrellas - Por Elio Waldemar Garciarena

El niño de las estrellas


“El carro volaba como una gran nube empujada por los vientos [...]
Apenas la muchedumbre, presurosa, les vio llegar como un segundo sol y con tan rápida marcha, el aire fue rasgado con potentes gritos de alegría, lanzados por ancianos, mujeres y niños.”

Valmiki. El Ramayana.

Aún recuerdo cuando miraba el cielo infinito y me preguntaba si habría niños en las estrellas. Esas noches, mi abuela se acercaba y, con ternura, me mostraba las constelaciones. También me hablaba sobre el Gran Río que surcaba el firmamento, separando nuestro mundo del de los Dioses. Después descubriría que aquel río celestial del que me hablaba mi abuela era en realidad una galaxia.
Mientras que mi abuela era el Corazón del pueblo y podía comunicarse con los Dioses, mi padre era la Cabeza y de él partían todas las órdenes. El resto de los habitantes eran escribas, artesanos, navegantes, pescadores, cazadores y labradores. Éramos felices porque vivíamos en armonía con los Dioses, con los demás y con nosotros mismos.
Sin embargo, un día mi abuela nos advirtió que los Dioses bajarían del cielo a nuestro mundo. Pese a que sus palabras siempre habían sido tomadas en serio, muchos no le creyeron ya que pensaban que el descenso de los Dioses era sólo un mito. Pero nadie dudó cuando en medio de agua, fuego y rayos, aparecieron carros de metal volando insólitamente en el cielo. Hubo quienes rezaron y cantaron extasiados ante la llegada de los Dioses. Por primera vez en mi pueblo cohabitó la alegría y el terror ante un encuentro que viviría en nuestras memorias por siempre.
Uno de los carros voladores descendió a la tierra. Sus alas contenían signos extraños. Entonces, de su interior salió una criatura diferente a las que habitan en nuestro mundo. Su cuerpo era similar al nuestro ―estaba constituido por dos brazos y dos piernas―, pero su piel era muy blanca y en lugar de una cabeza poseía un gran ojo en el que reflejaba todo a su alrededor. Una especie de exoesqueleto cubría su espalda.
Se desplazaba con tanto esfuerzo que, por momentos, parecía que iba a caer bajo el peso de su cuerpo. Repentinamente, de su ojo salió una voz agitada pero no pudimos comprender que nos decía. Luego de varias horas, mediante sonidos musicales logramos entender que el mundo de dónde provenían había sido destruido y que necesitaban un hogar.
Conscientes de que la profecía se había cumplido, los recibimos con bailes, cánticos y regalos. Felices en compañía de los Dioses nos dormimos.
Cuando despertamos los Dioses nos dijeron que querían una ofrenda de mirra, incienso y canela. No entendimos qué eran. En nuestras tierras no existían semejantes cosas. Entonces con un abanico de destrucción nos robaron nuestros tesoros, secuestraron a las mujeres, asesinaron a los hombres y esclavizaron a los niños. Mi pueblo no se rindió sin dar batalla. Los que consiguieron escapar, liberaron a los prisioneros y les declararon la guerra a los invasores. Soy el único sobreviviente de mi familia. Aún ignoro si hay existen otros.
Tratando de buscar respuestas, me acerqué a uno de los carros de metal. Mi rostro se reflejaba levemente en el cristal de la escotilla. Súbitamente una mano se posó del otro lado del cristal coincidiendo con mi propia mano. Bueno, casi coincidiendo. Porque se trataba de un niño de las estrellas. Parecía que ambos estábamos frente a un espejo, contemplándonos a nosotros mismos, contemplando al otro. Ninguno de los dos teníamos hogar, ninguno de los dos sabíamos quiénes éramos. No importaba que su piel fuera blanca y la mía azul, o que sus manos sólo tuvieran cinco dedos y las mías siete, o que él me viese con dos ojos y yo con tres, o que él hablara con palabras y yo con notas musicales o que él me escuchase con orejas redondeadas y yo con orejas puntiagudas. Éramos dos niños perdidos en la inmensidad del universo. Nuestros planetas eran apenas puntos de luz. Nuestras vidas eran apenas el titilar de una estrella.
Mientras desaparecía el tercer sol en el horizonte, nos sentamos a ver el último atardecer en una amistad cómplice. Después de todo éramos hermanos.

Tu mirada - Por Silvia Graciela Oliverio

TU MIRADA            -Por Silvia Graciela Oliverio-
“Cuando uno está verdaderamente
 triste le gusta ver las puestas de sol.”
Antoine de Saint-Exupéry - EL PRINCIPITO

En este instante me doy cuenta, que cuando vivía en la comodidad de la burbuja entendía poco y nada, y lo poco que entendía no sirve ahora de nada.  Se me olvidaron tus ojos, o tal vez no los vi, porque a pesar que lo intento no logro recordar si eran negros, azules, verdes o del color de la canela.   Y yo que te había esperado tanto, no pude retener el tiempo. La fugacidad de ese primer encuentro me cambió para siempre. Mi memoria se enfoca en tu mirada atravesando la pompa que explotó de inmediato, dejándome desprotegida en mi pequeño mundo de cosas inútiles y de ideas chatas. Mi mente insiste en rememorar ese brillo que contenía millones de chispas de todas las galaxias y el momento en que me sentí indefensa ante un infinito abanico de signos que jamás había visto dentro de mi burbuja.  Aferré mis pies descalzos sobre lo conocido de la tierra y descubrí que el rocío sobre mis pies era un río de agua amarga que intentaba retenerme. Confundida comencé a caminar hacia el horizonte, dándome cuenta que jamás lo alcanzaría. Me conformé mirando más de un atardecer por día andando más rápido que el sol sin necesidad de arrastrar la silla en el planeta de El Principito.
Poco a poco me despojaré de todo.  Y se que será difícil dejar  eso que amo tanto, pero valdrá la pena flotar sobre la vía láctea y recuperar energías lamiendo la brillantez del río plateado de leche de la diosa Hera. Quiero ser etérea para volar sin miedos y sin cansancio.  Pretendo ser invisible para todos los espejos y  transparente para cuidar con ternura  la ingenuidad de los que quedaron dentro de la burbuja…  Ya no tengo lágrimas ni otros sueños, ni otras sonrisas que me consuelen, necesito merecer la levedad, y haré lo imposible por conseguirla, porque para encontrarte otra vez, es imprescindible ser cómplice de la luz.

lunes, 20 de febrero de 2012

La galaxia azul - Por Luis Eduardo Campos

La galaxia azul
Sus manos eran mi sustento y ante cualquier caída allí estaban presentes; lo mismo que el agua alimentando el crecer de una flor…aun no le sabía, ni tenía con que hacerle  la pregunta esencial. Era un horizonte de colores, su casa…mi casa, lo daba todo hacia mí. El avión que planeaba entre los destellos de esa luz, que permanentemente me rodeaba y nos rodeaba.
Todo  el entorno estaba lleno de reflejos, como si fuese un abanico en donde cada pliegue tenía un espejo en el cual habitaba  una respuesta, que yo debía alcanzar y aún…no le sabía, ni tenía con que hacerle la pregunta esencial.  Sentí  la ternura no expresada con palabras y aprendí a ver,  que se puede ver aún sin ver….guardar para después poder contar y tener.
Cómplice  de mis andanzas y sin revelarlas…siempre tras de mi aunque a veces me estorbara. Un día me dio un portafolios color canela y sin decirlo, me lo dijo; en mas de un silencio la comprendí,  aunque a la fuerza y con rabietas…gracias a eso pude subir un escalón y aprender a como me enseñaba en secreto. Aun allí tampoco tenía yo la forma de hacerle la pregunta esencial.
Me transportó hacia un insondable rio de signos y puntuaciones que me iban completando aquella forma nueva y desconocida, como  para poder armar aquella pregunta; el sentido de la palabra fue lo que me permitió ver como encarar ese trance de preguntar y al fin, para mal o para bien…saber de que se trataba.
Luego de mucho andar y de años de mirarla venirse vieja, la comprendí tanto que me desentendí de todo idioma…llegó el atardecer de su vida y vi como poco a poco su sol caía hasta que repentinamente la luz  contenedora, se apagó.  Pude ver  al término de toda esa vida conociéndome como su hijo, que la pregunta ya no era tan esencial.
Ella ya había pasado a habitar en el infinito de esa galaxia azul que aún, no pasa por mi; la pregunta quedó  sin ser hecha porque ya había entendido yo, todo el contexto sin que hubieran mediado las palabras…Se muy bien que esta feliz y que la luz nunca se apagó, sino que brilla aún mas radiante;  mucho mas lejos de nuestro entendimiento.
Luis Eduardo Campos…  Para Carmen.

LO IGNOTO - Por Etel Carpi

  LO IGNOTO
                  A los bosques petrificados.

Andando los caminos del tiempo milenario
Que yace en la inverosímil mudez de las rocas,
Prendido de mi mano el latido de lo inhóspito
Que crece y se deshace sin fundamento lógico
En las arcas de la desértica inmensidad.

Y grito sin sonidos en el total silencio
Que guarda los secretos de lo petrificado
Y sueño que soy árbol: araucaria, palmera,
O quizás gota de savia de las angiospermas
Que fueron esos años verdosa realidad.

Y todo está ya muerto, milenios han pasado,
La sílice volcánica ha guardado esos troncos
Para legarlo al mundo como mudo mensaje
Grabado en las páginas de libros minerales
Que dejan a mi paso la luz de la verdad.

Relámpagos de misterio el viento me declara
Que nada tiene vida, que ya todo es silencio,
Y el sol con su techumbre salvaje que me acosa
Recordándome que nada vive entre las rocas,
Tan solo es el recuerdo que vaga sin piedad.

Y yo que voy sintiendo como brota en mis manos
El color de las piedras con su alma de madera
Esparciendo un aroma de savia que fluye
En las venas resecas que en el sol se consume,
Es la copa invisible de la soledad.

Nada, nada aparentemente el desierto guarda,
Pero un mundo de fósiles en sombras se oculta,
Impresas en capas rocosas, figuras de hojas
A las que el capricho del tiempo esculpió sus formas
En un fantasmal bautismo de inmortalidad.

Y siento lo que nunca ha sentido ser humano,
Y escucho esas campanas silentes de la nada,
Sedimentos que cubren la magia de lo ignoto,
Arcilla derramada en mis manos y en mis ojos
Dejándome el mensaje de un mundo sin igual.

ETEL CARPI. 
HOMENAJE AL BOSQUE PETRIFICADO DE SANTA CRUZ. Del libro inédito "EL PAIS QUE YO VIVÍ"
Foto Etel Carpi de  colección "diapositivas de mi pais" 

domingo, 19 de febrero de 2012

Sueño - Por Cristina Manquillán


Sueño que viajo
hacia una galaxia
es una nave de colores
transparente como el agua
y que se pierde en el horizonte
buscando una luz, un espejo
en donde mirarme.
Una mariposa se me posa
como un abanico en mis manos
Yo la miro con ternura
Ella es mi cómplice en mi aventura
En mis sueños infinitos
sus alas eran de color canela
luego se perdió en la lejanía
del rio quien fue el signo
que me advierte
que el atardecer
está por llegar
Y sigo soñando...

Cuida tu confianza - Por Marcos Sarlinga



Cuida tu confianza y se celoso de ella,

no la ofrezcas a todos o lidiaras

con quien no la entienda.

Si eres un hombre frío el tonto te respeta,

y si le abres tu corazón de éste él se aprovecha.

Procura una mano dar si alguien la necesita,

mas con la reacción preparada

en la otra, ¡agudo puñal aprieta!

Si todo te sale bien y el que salvaste no es tu condena,

no esperes que cuando caigas

su mano él también te extienda.

La confianza abre las puertas donde tu ser íntegro muestras,

y si la das a manos aviesas

sentirás como lo manosean.

no declines ante la humillación

de quien en la altura alfa se crea...

la cobardía no es opción, y es decadencia,

cuando se trata de defender

lo más valioso, ¡la íntima esencia!

Confiando solo en tí darás seguridad plena al bufón y al rey de que contigo no se juega.

Cuida tu confianza, y este refrán recuerda...

el respeto comienza por uno,

y el olvido del mismo...¡es la propia afrenta!

Día del Poeta – Por Carmen Rodríguez



Día del Poeta – Por Carmen Rodríguez


El poeta escribe los versos más lindos

Yo escribo lo que brota del alma,

Lo más humilde, lo más sencillo

Y cautivo la imagen de una época pasada.



Camino mirando el futuro,

Tomo en mis manos una serie de cosas

Manojo del tiempo que guarda

La esencia de noches vividas.



Cantan los vientos gritando tu nombre,

Miro la tarde, revelo mis versos

Mucho testigo de sueños forjados.



El poeta tiene alas, montañas, precipicios,

Tiene la luz que vive en él,

Te regala la frase más linda que guarda

En el océano de su corazón.



Quizás mi inteligencia no tiene alcance

Para expresar todo lo que siento,

Escribo con este verbo,

Doy rienda suelta a los dictados

Que ordena mi ilusión.



Carmen Rodríguez – 21/03/2002



Durante su 30° reunión, en París en octubre-noviembre de 1999, la Conferencia general de la UNESCO (ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA EDUCACION, LA CIENCIA Y LA CULTURA) decidió de proclamar el 21 de marzo, como Día mundial de la poesía. Se celebró por primera vez en el año 2000.

sábado, 18 de febrero de 2012

Próximo Encuentro de Escritores 17/03/2012

Próximo Encuentro de Escritores

La próxima reunión está programada para el Sábado 17 de marzo de 2012 a las 20 horas, en la Biblioteca Mariano Moreno de la ciudad de Los Toldos. Estan todos invitados, compartiremos la lectura de las distintas creaciones que se redacten con la inclusión de las palabras elegidas en nuestro anterior encuentro:

Calabaza

Belleza

Luna

Tango

Jacarandá

Inevitable

Libertad

Invierno

Inerte

Tardío

Blancura

Miradas - Por Catalina Cimino de Nicholson

Mirándome en el espejo la tenue luz me devuelve diversas imágenes.
Un atardecer lluvioso, un horizonte lejano no muy visible, el río tranquilo y su agua cristalina, cómplice de juncos, aves, sonidos y cascadas, todos signos reales, amplios como si fuera un abanico y  la ternura de mi mirada se desvanece en el infinito, en el espacio, en la galaxia, y esa luz difusa color canela también me devolvió mi verdadera imagen.
Catalina Cimino de Nicholson - Los Toldos

viernes, 10 de febrero de 2012

Mundo extraño - Por Bruno Morroni

El sábado 1º de noviembre de 2008 en el Centro Cívico y Cultural de la Municipalidad de General Viamonte, se presentó el  libro de Bruno Morroni: "Mundo Extraño".
Prologado por Rodolfo Pedoggi de Ediciones de Las tres lagunas", está redactado, como los últimos libros de Morroni, sin puntuaciones.
Se pueden leer cuentos titulados "El ángel de las aguas", "La mente", "Cuatro pasos en las nubes", "La mirada", "La Turca", "La búsqueda", entre varios más.
A modo de prefacio, el autor dice "Los cuentos son como bandadas de pájaros multicolores que con sus vuelos van conformando imágenes de las historias de amores y desamores o de encuentros y desencuentros o de fidelidades o traiciones con esa dualidad emocional de ambivalencia afectiva..."

Y exactamente esa es la sensación que se tiene al ingresar a ese mundo de relatos...









Mundo extraño

Eso de "hasta que la muerte los separe"
¿no es una incitación al asesinato?
Fontanarrosa
Yo te decía que las cosas podían ser como personalmente las creí siempre pero a vos no te cerraba puesto que tenías asumido por cultura clásica que lo material y espiritual son de naturaleza diferente y en definitiva pertenecen a dos mundos distintos conformados por la decisión del altísimo y así debía ser aunque en el fondo de tu alma bullía un foquito de pequeña duda la que por cierto jamás trataste de que surgiera pero que yo ya en ese entonces había descubierto y ahora con más razón se ajusta definitivamente a mi intelecto y no me digas por favor que siempre lo tuve confundido por las distintas teorías que al respecto siempre existieron por que no es así ya que lo mío además de haber sido abonado por las teorías como me decís siempre pasó bajo la óptica de lo pragmático sin que te gastes en refutarme como ahora en que me seguís discutiendo que yo de capricho insistía en un solo mundo cuando no sé bien de dónde sacás firmeza filosófica o religiosa para aseverar mi equivocación y asegurarme que Dios separó la materia del espíritu y nos regaló el libre albedrío para que decidiéramos que hacer frente a las circunstancias de la vida conociendo el bien o el mal para actuar en consecuencia y no rías ahora como si me hubieses degollado con la navaja de Occam porque si hacés memoria recordarás que él no estuvo siempre de acuerdo con los dogmas y fue un fantástico polemista sobres las cuestiones de orden sobrenatural pero te hubiese convenido elegir a San Agustín más terreno y político similar a Platón pero todo eso no importa ya que puesto desde donde estoy tengo todo el tiempo para pensar y darme cuenta que no hay una dualidad cuerpo y espíritu y que la unidad es la clave de todo el universo y te lo puedo asegurar desde esta oscuridad absoluta que me brinda el estar guardado celosamente con dos metros de tierra encima rematada por una sencilla lápida. 

domingo, 5 de febrero de 2012

La rosa degollada - Por Silvia Graciela Oliverio

La Rosa Degollada
Esta primavera que se resbala por mi cintura,
tejiendo sueños en el encaje de las enaguas,
tiñe colores, vuela fragancias…
¡tanta premura!soplando trinos estalla en verde pidiendo agua...
Esta primavera con sus cabellos pincel de alas,
suaviza el duelo que viene junto con toda alma,
con su ojo de sol suelta los brotes como bengalas,
con su ojo de luna pinta de perlas la dulce calma.
Llega la lluvia, y en esta primavera ya sin escollos,
de rosas divinas ya se susurran tantas promesas
desgarrando sépalos, impávido, explota el pimpollo,
apasionado ombligo del mundo de los poetas.
Al fin, irremediablemente su belleza es degollada,
milenaria reina de las reinas, frágil embrujo.
Un filo decide. Absurda la rosa, expira atrapada
resignando el dulce sueño de ser escaramujo.
Terciopelo entre mis labios contrastando al azul cielo,
las gotas de rocío entre sus pétalos ya son hielo.

Ímagen extraida del blog "La Rosa Absurda" de Elio Waldemar Garcíarena


viernes, 3 de febrero de 2012

El crimen del poeta - Por Marcos Sarlinga

Iba un poeta con su musa
cantándole a la mañana,
y se topó con una flor
que la primavera maduraba.

Le tendió su mano suave
para poder acariciarla,
y se embriagó de su hermosura
hasta abusar de su confianza.

dedicó un par de versos 
a unas aves que pasaban,
mientras los pétalos de la rosa
sobre el suelo se posaban.

Continuó por su camino
hacia el encuentro con su amada,
para regalarle una rosa...
una rosa asesinada.

jueves, 2 de febrero de 2012

Preguntas - Por Silvia Graciela Oliverio

PREGUNTAS

¿Quién eligió la palabra insondable?
¿Podré recordar hasta el último de mis días todos mis sueños de vuelos y  persistir volando con mis sueños de siempre?
Ahora que tal vez pueda dar conciertos en el cielo de la música: ¿El  acordeón del abuelo Emilio habrá logrado juntarse con su tecla de nácar perdida?
¿Las Caricias quedan eternamente guardadas en las neuronas?
Si el agua va y viene por la naturaleza, ¿alguna lluvia te mojará con mis lágrimas? ¿Beberé tu sudor transformado en un vaso de vino?
Además de la intensidad del color, la suavidad de su fragancia y la grandeza  de su pequeñez ¿Qué es lo que me atrae de esas plantas de violetas que tantos pisotean?
Después que han pasado muchos vientos ¿A que lugar del mundo habrán llegado las partículas de tierra reseca de los castillos de barro que modelamos en nuestra niñez?
¿Dónde se fugó la bravura del tren que resoplaba sobre la pampa y se enfurecía en el eco de los andenes?
¿Me reclamarás el fuego de las letras?
¿Quién se ocupa de preparar cada trampa del destino?
¿Existe alguien que pueda vivir en paz con una culpa que nadie comprende?
¿Podrán los escépticos recuperar pureza, candor, inocencia, ingenuidad y tantas cosas más cuando alguien les demuestre que la verdad existe? ¿Existe la verdad?
Tengo éstas,  y muchas otras preguntas; incluso algunas a las que no me atrevo a coronarlas con signos de interrogación  y quedan así flotando entre las dudas o las sospechas de la incertidumbre.  Por elección y no por insondables, tengo éstas,  y muchas otras preguntas  de las cuales no quiero saber las respuestas.

Hacia la ternura - Por Norma Menuet

HACIA  LA  TERNURA

Ternura,
Acaríciame  con  tus  manos  blancas
Hazme  sentir  tu  calmada  suavidad.
Embriágame  aun  más  con  tu  fragancia.

Es  que  ¿sabes?
Yo  vengo  del  mundo
En  que  el  sobresalto  acunó  mi  infancia,
Vengo  de  ver  esconder  las  lágrimas  de  mi  madre
Tras  el  disfraz  de  una  sonrisa  amarga.


Vengo  del  mundo  de  los  sueños  rotos
Y  la  juventud  trunca  de  mi   amada  hermana
Vengo  del  mundo,
De  la  última  mirada  de  mi  niño
Diciéndome  adiós,  sin  palabras.


¿No  me  reconoces,  verdad?
Sin  embargo  esta  sombra  que  ves,  soy  yo,
Ternura  en  tu  busca 
He  regresado  de  aquellos
Mundos  desvastados.

Hallarte  no  ha  sido  fácil,
Pues  no  te  conocía,
Ya  que  siempre  me  has  faltado.
Desencuentro  que  el  destino
Dispone  sin  consultarnos.


Hoy  que  transito  la  soledad
Y  de  mi  vida  es  el  ocaso,
Hoy  que  mis  manos  tiemblan,
Y  mi  voz  se  va  apagando,

He  de  confesarte  ternura
¡¡Siempre  te  he  necesitado!!

No  soy  fuerte  ni  valiente
Como  a  la  vista  parece
Tan  solo  para  sobrevivir  he  aparentado.

Por  eso  es  todo  mío
Por  eso  es  todo  mio  el  anhelo  me  recibas  en  tus  brazos,
Como  una  madre  me  arrulles
Y  me  cubras  con  tu  manto.

Que  disipes  la  tristeza
Que  me  acompaña  hace  años
Que  vigiles  que  mis  sueños  sean  serenos  y  mansos
Que  un  dulce  aroma  a  rosas  me  adormezca
Y  que  ya  más  nada  ni  nadie
Perturbe  mi  descanso.
                                                                           
                                                                               Primer  premio  en   Poesía 
                                                                        Del  concurso  “Trinidad   Eroles”  2.008


                                                                        Biblioteca  Popular  Mariano  Moreno

PRESIENTO - Por Norma Menuet


PRESIENTO

Presiento que al traspasar la
Barrera de esta vida
Es seguro hallaré el descanso  ansiado
Junto a mi hermana, mi madre   e hijo
Tan queridos
Que en ese  orden se fueron de mi lado.
Tomar  nuevos rumbos
Siempre es interesante
Desconociendo aquello
No me atrevo  hacer planes,
Pues,  quien  sabe  si  allá
Volveré a  presentir  la  primavera 
O  me  sorprenderán  otoños  invernales

Jesús, tu que siempre me escuchas
Atiende mi pedido
Haz que el mal no se acerque
Al lugar definitivo,
Con  ausencia  en  el  mismo  de  personas  que  se  irriten
Que el rencor y la envidia
No sean conocidos,
Y se cultiven rosas que nunca se marchiten.

PRIMAVERAL - Por Horacio A. Birello

PRIMAVERAL

CON URGENCIAS DE NOVIA CAPRICHOSA
SE AUSENTABA LA TARDE DE AQUEL DIA
QUE ME COLMASTE EL ALMA DE ALEGRIA
CON TU DULCE PROMESA GENEROSA

TRIUNFABA TU CARICIA VOLUPTUOSA
EN TANTO QUE LA LUZ PALIDECIA,
Y EL PUDOROSO AFAN DE QUE ERAS MIA
REPARABA EL OCASO COLOR ROSA

EL JARDIN, ENCANTADO DE TU GRACIA,
EXHALO CON INGENTE PERSPICACIA
SUS VARIADOS PERFUMES EMBRIAGANTES;

Y AL PERSUADIRTE ALFIN, EL DIOS ALADO,
ENVIDIOSA LA LUNA HABIA ASOMADO
CON SU CORTE DE ESTRELLAS FULGURANTES.

HORACIO A. BIRELLO
EX TOLDENSE.

La casa de reposo - Por Norma Menuet

LA  CASA DE  REPOSO

Desde  que  Irina  Valdés  perdió  a  su  esposo  y  su  memoria  en  aquel
Desgraciado  accidente   de  la  avenida  Juan  B.  Justo,   pasaba   el  tiempo  sentada
En  el  sillón  gris de  su  cuarto.   Ya  no  se  esforzaba   por  recordar,  era  inútil.
En  su  mente  dañada  surgían  sólo  dos  palabras  y  siempre  las  mismas,  “Quiero irme”,  Irina  no  encontraba  ninguna  conexión  en  esa  pequeña  frase
Y  su  pasado. 
Sus  dos  hijas  le  habían  contado  que,  una  era  arquitecta  y  la  otra
Futura  modelo  profesional.  También  la  habían  puesto  al  tanto  que
El  diez  de  agosto  pasado  cumplió  sesenta  y  cinco  años.  Irina  perdió
Su  pasado  y  por  lo  tanto  mejor  era  no  pensar,  no  pensar  en  nada.

Se  levantó  del  sillón  para  dirigirse  a  la  sala  continua.  Se  detuvo  al  oir
Las  voces  de  las  chicas  que  discutían  acaloradamente.

=¡¡Te  digo  que  no  la  puedo  tener!!
Anunciaba  la  exaltada  voz  de  Clara,  “No  pienso  arruinar  mi  carrera
Justo  ahora  que  estoy  en  la  mejor  etapa,  además,  mamá  se  ha  convertido
En  una  carga  para    sola. ¿No  te  das cuenta?,no  razona,  no  habla, es  un 
Peligro,  y  quién  sabe  lo  que  le  pasa  por  la  mente,  y  si  habla,  no  es  más
Que  para  interrumpir  o  cruzarse  en  las  conversaciones  ¡¡Me  pone  histérica!!

=Estoy  de  acuerdo,  pero  yo  tampoco  pienso  cargar  con  ella
Replicó  la  pausada  voz  de  Delia. Sabes  bien que  Andrés  nunca  se  llevó  bien
Con  mamá, apropósito  de  Andrés,  fue  él  justamente  el  que  hace  un  momento
Llamó  para  sugerirme,  que  deberíamos  internarla  en  la  “Casa  De  Reposo”.
¿La  casa  de  Reposo? ¡Esa    que  es  una  excelente  idea!,  allí  va  a  estar  bién
Atendida  y  vigilada  que  es  lo  principal. Irina  se  apoyó  de  espalda  a  la  pared.
Pasó  una  mano  por  su  rostro, estaba  frío,  helado,  como    de  pronto  la  sangre  se
Le  hubiese  congelado  en las  venas. De  modo  que  pensaban  recluirla  en  La  casa
De  Reposo, y sin  siquiera  consultarla, ¿Qué  era  ella  para  sus  hijas?
,  un  mueble  gastado , viejo, que  en  cualquier  rincón  de  la  casa  que  lo  pusieran
Les  arruinaba  el  decorado. Cerró  los  ojos, y  a  su  mente  acudieron  las  dos
“espiritualmente  blancas” palabras  de  siempre “Quiero  irme”. Irina  se  aferraba  a
La  idea  de  que  ella,  pudo  haber  sido  una  madre  fría,  sin  cariño  por  sus  hijas,
Y  ahora  estaba  cosechando  lo  que  había  sembrado.  ¿  Y si  no  hubiese  ocurrido  así?,  y  si  sus  hijas  lo  hacían  simplemente  para  imitar  a  sus  amigas  de  la  alta
Sociedad, estaban  tan  de  moda  los  geriátricos  para  los   hijos  modernos  de  estos
Tiempos ,  y  había  que  actualizarse, no?. Como  fuera ,  ya  tenía  su  determinación
Tomada, ¡cuánto  menos  aprecio  a  la  gente  mayor!, ¿ Acaso  nos  olvidamos  que
Todos  por  igual  recorremos  el  mismo  camino?.


Irina  volvió  a  su  sillón  gris. , era  una  soleada  tarde  de  los  primeros  días  de
Septiembre,  ¡Q ue  hermosa  tarde!,  desde  el  ventanal  podía  ver  el  montecito
De  duraznos  insinuando  sus  primeras  flores  y  el  de  ciruelas  con  sus  flores  blancas,  que  llamativo  contraste  conformaban  con  el verde  de  la  gramilla,
En  esas  cavilaciones  estaba  cuándo  escucha  los  pasos    de  Clara  y  Delia  que  se
Acercaban:: bueno,  se  mostraría  serena,  ausente  y  fuera  de  combate. Clara  tomó
La  iniciativa:
= Mamá,  tenemos  una  sorpresa  para  ti,  esperamos  que  estés  de  acuerdo  ya  que  es   una  decisión  tomada   por  el  bien  de  todos,  hemos  arreglado  con  Delia  que
Para  tu  mejor  restablecimiento  te  vayas  a  vivir  a  La  Casa  de  Reposo,  que  además  de  estar  bien  atendida,  tendrás  un  médico  siquiatra,  te  ayudará  a  recuperar
La  memoria  y  así  recordarás  tu  pasado. Irina  las  miró  y  pensó,  ¡Que  lindas  eran
Sus  hijas,  pero  que  frías,  que  dolorosamente  frías!,  sí,  algo  había  fallado.

Clara  seguía  hablando  con  entusiasmo =¡Mamá,  me  había  olvidado!
Antes  de  irte,  que  será  mañana  por  la  mañana,  queremos  pedirte  que  nos  firmes
El  poder  que  nos  autoriza  a  disponer  de  los  bienes libremente,  está  sobre  el 
Escritorio  que  fue  de  papá.
Luego  se  retiraron  cada  una  a lo  suyo ,Irina  se  preparó  un  té,  mientras  mentalmente  ponía  su  plan  en  marcha.  Sonrió  con  tristeza,  desde  mañana,  Irina,
La  desmemoriada,  pasaría  a  ser “Irina  la  loca”.
Fue  al  dormitorio,  preparó  el  bolso,  y  posteriormente  lo  cambió  por  pensar  que
Sería  mejor  llevar  la valija  marrón.  Buscó  ropa  de  abrigo,  iba  a  necesitarla,  pues
Todavía  hacía  mucho  frío. Sería  un  viaje  muy  largo. Puso  en  el  fondo  de  la  valija
La  cajita  con las  cartas  de  Enzo,  el  que  había  sido  su  esposo,  su  compañero
Y  el  que  ahora  la  había  dejado  tan  sola. Cerró  la  valija  y  la  ocultó  debajo
De  la  cama;  para  el  viaje  se  pondría  el  tapado  grís  y  el  chal  negro.
Se  acostó  temprano…………
Serían  las  dos  de  la  mañana  cuándo  llegaron  Clara  y  Delia,  por  las  dudas
Empujó  la  valija  un  poco  más  debajo  de  la  cama  y  se  quedó  muy  quieta
Simulando  dormir,  pero  ya  no  durmió,  y  a  las  cinco  y  treinta  empezó a
Vestirse  despacio,  con  cuidado  de  no  hacer  ruido,  de  pasada  se  miró  en  el
Botiquín  del  baño ¡Qué  gris  se  le  había  puesto  el  cabello  en  poco  tiempo!
  Controló,   el  tapado,  el  chal,  la  valija  marrón,  tenía  todo.  Ya  estaba  lista  para  salir
la  calle.  Recordó  que  faltaba  firmar  el  poder
Fue  rápidamente  al  escritorio  que  había  sido  de  su  esposo,  tomó  el  papel
Que  debía  firmar  y  lo  hizo  trizas,  luego  formó  un  bollito  y  lo  tiró  al  cesto
De  papeles,  abrió  la  puerta  y  salió  a  la  calle  sin  mirar  atrás.  Estaba  helando
Se  levantó  el  chal  envolviéndose  la  cabeza  y  apuró  el  paso,  la  estación
Quedaba  cerca.  Era  cierto  que  había  perdido  la  memoria,  pero  no  perdería  su
Libertad,  su  derecho  a  la  vida  y  a  decidir  sobre  si   misma.  No  la
Convertirían  en  un  despojo  humano  depositado  en  un  geriátrico  de  lujo
Por  mas  de  moda  que  estuviera.  Apuró  el  paso,  si,  ¿Por  qué  no?.  Todavía
Podía  tener  una  oportunidad  por  ella  misma,  solo  por  ella  misma.  Llegó  a
La  estación,  no  viajaba  mucha  gente  a  esa  hora.  El  tren  estaba  al  llegar.
Rápidamente  Irina  saco  un  pasaje  a  Bahía  Blanca.  El  tren  se  aproximaba.
La  valija  marrón,  el  chal,  el  pasaje,  la  cajita  con  las  cartas  de  Enzo,  si,  todo
Estaba   bien,  todo  en  su  lugar  y  en  orden.  De  pronto  el  corazón  le  dio  un
Vuelco,  al  ver  acercarse  a  Delia  a  paso  firme  ¡¡  la  había  descubierto!!.
Irina  creyó  ver  entonces  la  enorme,  gris,  fría  y  amenazante    Casa  de  Reposo”
Y  a  su  mente  como  una  señal  de  alerta,  volvieron  aquellas  dos  palabras  de
Siempre,  “Quiero  irme”,  y  corrió  Irina,  corrió  desesperada……el  tren
Se  puso  en  movimiento,  alcanzó  a  tomarse  de  la  baranda  y  subió  al  estribo,
Un  paso  mas  y  ya  estaba  arriba,  el  tren   aceleró  su  marcha,  Irina  ingresó
Al  coche  casi  vacio  tratando  de  controlar  sus  nervios,  se  sentó  y  por  la
Ventanilla    pudo  ver  en  el  andén  a  su  hija  Delia,  la  futura  modelo  profesional
Con  una  expresión  de  desconcierto  y  derrota  pintada  en  su  hermosa  carita.

Irina  se  acomodó  en  su  asiento.  Sacó  un  termo  en  el  cuál  llevaba  café
Preparado,  alguien  se  instaló  frente  a  ella::=  Me  llamo   Celia =  se  presentó
La  anciana  regordeta  de  cabellos  blancos,  =  La  vi  llegar  y  se  me  ocurrió
Que  ya  que  las  dos  viajamos  solas,  podríamos  compartir  mis  rosquillas  de
Jamón  y  queso  con  su  café,  digo……no  sé……si  le  parece……………..
= Por  supuesto   Celia , soy  Irina,   y  me  parece  que  es  muy  bueno  compartir
En  la  vida,  además  el  viaje  es  tan  largo,  afirmó  Irina,  mientras  pensaba  para
Su  adentro::  ¡!Casa  de  Reposo!!,  ¡¡pobres  de  ellas!!.