De pronto volvió a mí
El equilibrio emocional
La armonía absoluta
El estado ideal
Volvió la contención
A la ansiedad
Que trae la más silenciosa
Y angustiante de las esperas
La espera de una palabra
La espera de un llamado
La espera del regreso,
La espera de una señal,
Que me confirme que está sano,
Qué está ileso,
Qué está bien,
Que nadie ha logrado lastimarlo,
Que sigue por allí,
Peregrinando con su equipaje de sueños.
Es que ha vuelto mi hijo, el camionero
Pero……¿saben? A mí, que soy su madre
Me costó reconocerlo,
Es que fueron tantos viajes,
Es que pasó mucho tiempo,
Que hoy es otra la mirada
De sus hermosos ojos negros
Son más firmes sus palabras,
Es su andar más sereno,
Como si un viejo cansancio
Le calase desde adentro,
Hay más ternura en su sonrisa,
Hay más franqueza en sus gestos
Hay más callos en sus manos,
Está más gris su cabello,
Y hay en su voz cierta pausa
Que se prolonga en silencio
Pero algo no ha cambiado
Y con orgullo les cuento,
Es su noble corazón,
Son sus puros sentimientos.
¡¡Gracias hijo por ser como eres!!
Te dejo mi bendición y
¡¡adelante camionero!!
Que por la ruta de los buenos
Tú siempre llegas primero.
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