miércoles, 25 de abril de 2012

Exposición Libros

EXPOSICIÓN LIBROS AUTORES LOCALES

"ENTRE LA NATURALEZA Y EL ARTE".

Auspiciado por Cultura Los Toldos y Sociedad de escritores de General Viamonte

DOMINGO 29 DE ABRIL - 19:00 hs.


Centro Cívico y Cultural Los Toldos.
El evento se realizará el día 29 de abril a partir de las 19 horas con la exposición de libros de todos los autores locales que quieran participar, a las 15 horas se irá a ordenar los libros, quienes deseen participar pueden llevar sus libros. Luego, 19.30 horas es la presentación de  último libro de ETELCARPI: ENTRE LA NATURALEZA Y EL ARTE de Ediciones de Las Tres Lagunas. Están todos invitados. Habrá proyección de videos y exposición de fotos y cuadros. El lugar: Centro Cívico Cultural , auditorio , Avenida. San Martin y Monteagudo Los Toldos.

Entre la naturaleza y el arte - Etel Carpi



"ENTRE LA NATURALEZA Y EL ARTE".

Auspiciado por Cultura Municipal y Sociedad de escritores de General Viamonte

DOMINGO 29 DE ABRIL - 19:30 hs.


Centro Cívico y Cultural Los Toldos.
El evento se realizará el día 29 de abril a partir de las 19 horas con la exposición de libros de todos los autores locales que quieran participar, a las 15 horas se irá a ordenar los libros, quienes deseen participar pueden llevar sus libros. Luego, 19.30 horas es la presentación del último libro de ETEL CARPI:  "ENTRE LA NATURALEZA Y EL ARTE" de Ediciones de Las Tres Lagunas. Están todos invitados. Habrá proyección de videos y exposición de fotos y cuadros. El lugar: Centro Cívico Cultural , auditorio , Avenida. San Martin y Monteagudo Los Toldos.

sábado, 21 de abril de 2012

CERTAMEN CUENTO Y POESIA JUNINPAIS2012


JuninPais2012

CERTAMEN INTERNACIONAL DE NARRATIVA Y POESÍA JUNINPAIS2012 -
BASES REDUCIDAS PARA PUBLICAR-

Declarado de Interés Cultural Nacional por la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, de Interés Cultural Provincial por el Instituto  Cultural de la pcia. de   Buenos Aires y de Interés Municipal por la Municipalidad de Junín.-
Para escritores y poetas mayores de 16 años.
- GÉNEROS: Narrativa divido en dos rubros (Cuentos y Otras narrativas) y Poesía dividida en dos rubros (Tradicional y Contemporánea)
- Primer premio por rubro: La edición de 130 libros con obras propias.- Segundo premio por rubro: La edición de 60 libros con obras propias.- Tercer premio por rubro: 10 libros de la Antología.- Menciones Especiales en cada rubro.- Premios juninenses a los destacados en cada rubro.- Premios extranjeros a los destacados en cada rubro.
- Para los 1º, 2º y 3º, alojamiento pago para recibir los premios (según reglamento de las bases).- 100 Menciones de Honor por género.- Jurado: María Cristina Berçaitz, Silvia Long Ohni, Fernando Sánchez Zinny y Jorge Sichero.- Inscripción $ 50,00 para la República Argentina y U$S (dólares) 20,00 para los otros países.
Recepción hasta el 15 de agosto de 2012.INDISPENSABLE LEER LAS BASES COMPLETAS, NECESARIAS PARA EFECTUAR UNA CORRECTA PRESENTACIÓN, en http://www.delastreslagunas.com.ar/  o dirigirse al telefax 54-236-4631017, a  juninpais@delastreslagunas.com.ar   o a España 68, CP 6000, Junín, provincia de Buenos Aires, República Argentina. SOLICITAMOS QUE ESTAS BASES SEAN DIFUNDIDAS ENTRE LOS ESCRITORES, POETAS, TALLERES LITERARIOS, MEDIOS DE DIFUSIÓN Y ENTIDADES RELACIONADAS CON EL QUEHACER CULTURAL. MUCHAS GRACIAS Prof. Rodolfo Pedoggi
por JUNINPAIS
España 68 - CP 6000 - Junín (Bs. As.)
Rca. Argentina
Telefax 54-236-4631017
juninpais@delastreslagunas.com.ar
http://www.delastreslagunas.com.ar/

jueves, 12 de abril de 2012

Reunión en Cultura

Viernes 13 a las 13 horas, reunión en Cultura, en la estación del tren para tratar proyectos de nuestra Sociedad de Escritores. En próxima entrada comentaremos los temas tratados.

                                   Silvia Oliverio                                   Catalina Cimino
                                     Presidente                                         Secretaria

martes, 10 de abril de 2012

INVENTAR IO - Por Etel Carpi -

INVENTAR IO (recordando a Borges)

                                                         por Etel Carpi
Hay que llegar una vez más
y abrir la puerta.
¿Qué queda en la casa de mi madre
más que el aroma dulce de sentirla cerca?
Hay un vacío enorme marcando silencio.
Hay sabor a tristeza en la heladera vacía.
Abro todas las persianas
como cuando estaba ella
y la luz invade los ambientes.
Hay naranjos en flor en el patio.
Hay flores amarillas en la enredadera
cuando llega la nueva primavera
(ahora sin ella).
La casa de mi madre
es el refugio tibio de las fotos viejas.
Su presencia perdura en el reloj de la cocina
con su tic tac resonando en el silencio.
Hay cuadros míos colgados de las paredes.
Hay sonidos de un piano que ya no está.
Hay una colección de bastones
sobre el majestuoso ropero.
Hay flores en los floreros.
Pían los gorriones en el árbol frondoso del centro
y el jazmín prepara sus pimpollos
para abrir en diciembre.
Hay libros viejos en la biblioteca
los libros que leyó mi padre.
Hay fotos de mi hija de sus quince años.
Hay fotos mías de mis veinte años.
Hay muebles que esperan la nada misma.
Hay una silla vacía donde
mi madre se sentaba frente a la ventana.
Y controlaba la vida que afuera pasaba

y cada instante que adentro esperaba.
La casa de mi madre cobija
los sueños de su hija.
La fresca alegría de su nieta.
Las señoras que por turno la cuidaban.
El nido de las palomas en la planta.
Qué queda en la casa de mi madre
más que el aroma dulce de sentirla cerca?
Nada y todo.
No queda el olvido.
Queda aquello que perdurará siempre
en el aire etéreo que la abraza

SADE JUNIN - Descifrando sueños -



Invitamos a Ud. Y flia al acto de entrega de Premios del concurso Literario de Poesía y Narrativa “Descifrando Sueños” organizado  por la Comisión Directiva,  de la Sociedad Argentina De Escritores. (S.A.D.E.).Seccional Junín Bs.As.
El mismo tendrá lugar el sábado 14 de abril de 2012 a las 18 hrs  en Auditórium Museo Municipal de Arte “Ángel María de Rosa” en Roque Sáenz Peña Nº 131.

Rogamos Puntualidad  ya que se comenzará en horario
                                                                      Junín, Abril de 2012

miércoles, 4 de abril de 2012

El cumpleaños de Francisco Larrea - Por Norma Menuet



EL CUMPLEAÑOS DE FRANCISCO LARREA



Aquella mañana del mes de julio, mas precisamente el día 19, Francisco Larrea descendió las escaleras de su casa sin volver la vista atrás, su decisión fue tan repentina como contundente, al menos así lo creía en ese instante, se sentía herido en lo más intimo de sus sentimientos, hoy, si. Hoy que para todos sería un día como todos, menos para el, ya que por ser su cumpleaños número 50, nadie pero absolutamente nadie de su familia lo había recordado, no es que fuese muy importante, reflexionaba Francisco, pero al menos esperaba un abrazo de su mujer, el tradicional ¡feliz cumple! Papá ¡! de sus hijos, nada de todo eso había ocurrido.

Decidió que deambularía sin rumbo donde sus pasos lo llevaran, lo acompañaba una extraña sensación, mezcla de vacío y tristeza a la vez, sentimientos inexplicables que nos invaden a veces a los seres humanos, llegó hasta una plaza, una de las tantas de la ciudad de Baradero, donde desde hacia ya algunos años residían Francisco Larrea y su familia, serian mas o menos las 10 de la mañana de aquél sábado invernal, Francisco se recostó donde más daba el sol, en el césped, cerró los ojos y se dejó llevar por sus pensamientos, estos fueron directamente a su infancia y mentalmente vio a su madre inclinada sobre la vieja pileta de porlan, lavando la ropa de su hermano y la de el, la vio tal cual era, majestuosa, digna, orgullosa de sus hijos. Recordó a sus compañeros de la escuela primaria, de los cuales hace tiempo que no tenía noticias.

Se vio a si mismo, con su primera pelota de fútbol esperando el partido de las 5 de la tarde

Todos eran recuerdos agradables, para nada perturbadores, para nada traumáticos pensó. Francisco Larrea. El cambio se produjo en la adolescencia, cuándo aquella extraña, violenta y material sed de superioridad se apoderó de el, sí, debía reconocerlo, eso era bien cierto.

Terminó los estudios secundarios y eligió a conciencia una carrera que le permitiese ascender en pocos años a los cargos más altos y mejor remunerados, se recibió de contador Público e inmediatamente el Banco más prestigioso de Baradero solicitó sus servicios, le valieron además de su gran inteligencia, ingenio, astucia y por qué no decirlo, su desmedida ambición de estar por encima de todos económicamente.

Nada era más importante para Francisco Larrea que su cargo de gerente, y lo manifestaba cuantas veces le era posible, “Primero el cargo, después todo lo demás”

Repetía, y en todo lo demás, por supuesto, estaba su familia, además sentía que le producía una gran satisfacción saberse rodeado de colegas que estaban en condiciones económicas inferiores a las suyas, aunque trataba que nadie lo notase.

Así es que nunca estuvo presente, ni cuándo sus dos hijos nacieron, ni cuándo comenzaron la etapa escolar, ni cuándo alguna vez se enfermaron, ni cuándo se graduaron, ahora, hoy precisamente en el día de su cumpleaños, Francisco Larrea reacciona sobre lo que a hecho con su vida, se arrepiente y piensa con amarga decepción, “Así he vivido, ¿Pero esto es vivir? “, ¿Que es lo que espero, si éstas son las reglas que yo mismo impuse?, no he sido otra cosa que un padre ausente….!. Francisco Larrea miró su reloj, eran las 4, estiró las piernas, se incorporó,

Decidió caminar, las calles estaban desiertas, solo algunos transeúntes que iban y venían de hacer sus compras semanales, un grupo de jóvenes en ropas deportivas, con sus bicicletas, se dirigían hacia un lugar de entrenamiento con toda seguridad, se había levantado un viento helado, filoso, cortante, no obstante, bajo el cielo limpio claro y luminoso la tarde prometía ser buena. De pronto Francisco Larrea recordó a su hermano fallecido en un accidente en la ruta 7, hubo varias hipótesis pero en Definitiva nada se aclaró, lo único claro, pensó Francisco Larrea es que su hermano nunca más escribiría un poema, ni pintaría un cuadro, ni vería crecer a sus hijos, porque la muerte es así, terminante, total, arrasadora.

¿Como será mi muerte, piensa francisco Larrea y el pensamiento lo aterra, pero no desiste, quiere indagar dentro de su alma, descubrir hasta donde llega su orgullo su vanidad, su egoísmo, su cobardía, su miedo y mientras tanto, imagina….

Como será aquello que me espera?, tal vez y en el mejor de los casos me sorprenderá un infarto o quizás padeceré una larga enfermedad que por lo lenta se hará más cruel e irá carcomiendo mis órganos y mis vísceras poco a poco, el dolor deformara mi rostro y en torno de mi lecho la familia me observará de soslayo con mal disimulada lastima y entre conjetura y conjetura me echaran la culpa de estar moribundo: “Yo le dije tantas veces que tenía que hacerse un buen chequeo, nunca hizo caso, ¡ahí lo tenés ahora dando pena a la familia!.

Ese extraño y a veces cruel mecanismo de defensa que tenemos las personas para negar la realidad, para que esta, no salte sobre nosotros



Cruda, irreversible, fría y descarnada.

Por concentrarse tanto en estos pensamientos Francisco Larrea se deprimió aun más de lo que ya estaba, y entonces comenzó a buscar la salvación y la salvación es Dios. ¡! Donde estas tú, eterno Dios ausente insondable misterio de la humanidad de todos los tiempos!!, dame una señal, muéstrame el camino, soy el más ruin de los Hombres, herrado, perdido, confundido, arrastrado por mis propias debilidades, ¡! Líbrame de esta vanidad que me ciega, que me aleja de ti, líbrame de esta codicia que me domina, ¡Perdóname y mírame, no ves que en ti quiero refugiarme, ¿no ves que en ti quiero salvarme, no vez que en ti quiero limpiar mi alma del pecado? Y entonces Francisco Larrea cayó de rodillas y sosteniendo el rostro con sus manos lloró como un niño sin consuelo, así estuvo largo rato, luego muy lentamente comenzó a desandar el trayecto recorrido y sin proponérselo, o tal vez arrastrado por la fuerza de la costumbre se halló nuevamente frente a las puertas de su hogar, como un autómata subió las escaleras, la casa estaba a oscuras, en silencio, eran las 10 de la noche, Francisco Larrea murmuró entre dientes, “no les importa nada de mí. Como respuesta a su solitaria recriminación, se encendieron las luces, y Francisco se encontró con la sala primorosamente decorada en cuyo centro se destacaba la mesa tendida como para un acontecimiento muy especial, bebidas, pasteles, bombones y toda clase de exquisiteces, al instante se acercó Alicia, su mujer, sus hijos y algunos amigos de Francisco Larrea, voluntarios y cómplices de tan agradable sorpresa, Alicia se adelantó diciendo……….

Quisimos obsequiarte esta fiesta, por eso , hoy fingimos no recordar tu cumpleaños

¿Comprendes Francisco?, pero Francisco Larrea solo atinó a balbucear, perdónenme….

En verdad nadie entendió lo que quiso decir. ¡Feliz cumpleaños Francisco!

Y todo fue alegría, eran las tres de la mañana cuándo se retiraron las visitas. Alicia y Francisco se hallaban en su dormitorio, el no se atrevía a mirarla a los ojos, avergonzado, reconocía sus errores, pero sentía que aún no todo estaba perdido, volvería a empezar y aprendería a darle importancia a lo verdaderamente importante, sus miradas se encontraron y los dos reconocieron

Ese punto luminoso de la esperanza que los proyectaría a una nueva y verdadera Vida, donde lo material nunca más ocuparía el primer lugar. El tiempo de cambiar había llegado.

lunes, 2 de abril de 2012

El último tren - Por Marcos Sarlinga



El último tren


Observé detenidamente la estación. Cada persona, cada rasgo, todos extraños a mí y sin embargo en algo nos igualábamos, todos parecíamos estar esperando algo.
Una bruma densa y sombría caía sobre la noche y las nubes pomposas e insolentes desafiaban a la luna augurando una eminente lluvia. No entendía muy bien qué hacía allí, que es lo que estaba ocurriendo. Como un peregrino había arribado hasta el lugar guiado por una fuerza superior a la voluntad. Recorrí el andén en busca de respuestas pero la mayoría se hallaba al igual que yo, en igual de desconcierto. La esperanza estaba puesta en que sobre el horizonte aparezca un tren recorriendo los ríeles hacia nuestro encuentro. Por mi mente comenzaron a pasar imágenes confusas. Pequeños destellos de instantes trágicos. Algo parecido a un accidente de gran escala. Mi cabeza estallaba en dolor cada vez que esas visiones se manifestaban. Miré a los demás y parecían estar sufriendo el mismo tormento. Algunos caían de rodillas con las manos en su cabeza, como si presionándola pudieran menguar el sufrimiento. Todo se asemejaba a un sueño, donde nada es lo que parece y donde lo que se siente es más fuerte que toda razón, ya que por más que lo intentase, no podía dilucidar con claridad la situación.
Traté de focalizar mi mente en las imágenes a pesar del dolor, para poder comprenderlas bien. De repente me vi sentado en un tren con gente hacinada confiriendo miradas perdidas, dormidas aun. Aferrado a su medre, un niño temeroso mira desconfiado a un joven con perforaciones y tatuajes en su rostro. Intentando cruzar el pasillo con auriculares puestos y sumido en su mundo, otro joven se irrita. De repente sin siquiera imaginarlo un estruendo feroz nos sorprende y siento el impulso de una energía que me desprende del asiento y, ya… ya no veo nada. Pasa un lapso que no puedo estimar y mis parpados se abren con dificultad. Escucho gritos desgarradores a mí alrededor, el llanto de un niño llamando a su madre, posiblemente el que estaba a mi lado. Veo personas mutiladas, aplastadas con las partes destruidas del vagón que hacía sólo unos instantes nos trasportaba, quizá, con un destino común para la mayoría, el trabajo. Trato de levantarme y no siento las piernas que están debajo de un posible cadáver. Con mi mano derecha bañada en sangre intento alcanzar un barrote ladeado y sin poder lograrlo, el dolor y las heridas profundas en todo el cuerpo me vencen, y no ofrezco resistencia. Ceden allí, las imágenes, las que le suceden son las de estar caminando un corto trecho, con rumbo a esta parada. Desaparecido el dolor y volteando para ver a los demás, advierto ahora en la multitud figuras familiares, parecidas a las que viajaban conmigo. Algunos que estaban como extraños los unos a los otros, ahora se abrazan. La tortuosa visión nos había despertado y devuelto la identidad. Aun así, no sabíamos que estábamos haciendo allí y, el paisaje desolador no parecía ser la antesala a ningún paraíso. De pronto se escucha la sirena del tren, todos quedan mirando a la izquierda, expectantes de la máquina imponente que se abre paso en la neblina y rompe con un silencio sepulcral que hela el alma. Una especie de terremoto sacude el lugar y las paredes de la estación se agrietan de forma considerable. Algunos caen al suelo y otros se alejan de las vías por miedo a quedar atrapados en ellas. Desde lo más profundo de la oscuridad y la nada, se empezaron a oír voces de lamento y protesta. Algunas pedían por justicia y verdad, por castigo. Otras indudablemente se excusaban y acusaban. Se escuchaban sollozos de familias, también a una multitud repitiendo la palabra impunidad. Todo esto mientras una locomotora de antaño y despidiendo humo se nos acercaba provocando un temblor inquietante. Las voces continuaron unos minutos más y, todos podían oírlas. Pude reconocer a un par de ellas, y no fui el único. Cincuenta, dijo una, cincuenta y uno, corrigió otra. Dignidad! clamó alguien y, ya sólo quedó esa palabra haciendo eco en la oscuridad, mientras se sofocaba paulatinamente con el ruido de un tren que ya se estacionaba con dificultad. El temblor se detuvo por completo y lo que tanto habíamos estado esperando, estaba en frente de nuestras narices. Lo que parecía una fantasía, algo que se esfumaría al despertar, ya no lo era. Sin lugar a dudas no nos hallábamos en nuestro mundo, quizá estábamos en otro plano de conciencia, pero en fin, lo que estaba sucediendo, era evidentemente real.
-¡Suban! Dijo una voz grave y arenosa, desde el interior del tren.
Entre murmullos y gritos podía sentirse el miedo que se tenía de subir.
Veníamos de una tragedia y nadie quería sufrir el mismo destino otra vez. El problema yacía en que ya nadie creía en el destino ni en el futuro. Únicamente sabían que no querían seguir padeciendo. Cómo si el miedo traspasara todo estado de conciencia y pudiera también reinar más allá de la vida.
-¡Suban! Se volvió a sentir desde el interior.
Luego de unos minutos, un hombre robusto y vestido cual época del siglo diecinueve baja de la locomotora y mira a la multitud allí presente.
-Es el último tren, suban ahora o quédense varados aquí por la eternidad.
Todos se miraron y de apoco fueron acercándose y subiendo, mientras el maquinista los observaba como si los reconociera. Me sorprendió verlo seleccionar e impedir que suban algunas personas, mientras los contaba en vos alta.
-veintidós
-Usted no, aún no.
-Usted sí, suba. Y seguía, treinta y tres, treinta y cuatro…
De repente quedaron muchos afuera y entre ellos, yo, que aún estaba dubitativo.
-¡Falta uno! Gritó y añadió…es ahora, es el último tren o quédese varado por…
Repetí la frase al mismo tiempo que él, tapando su voz.
-…por la eternidad… Muy bien, ya subo.
Cuando pasé a su lado para subir me sonrío con una mueca de sarcasmo.
-Dónde vamos, le pregunté.
Me miró fijamente, volvió hacia los que quedaron debajo en el andén y exclamó;
¡Cincuenta y uno!

La locomotora retomó su marcha y, mientras las primeras gotas de la tempestad se estrellaban con vehemencia sobre los vidrios, (como si también quisieran ser parte del viaje) con las alas de lo etéreo desplegadas, se perdió su imponencia entre la arcana neblina del infinito.