Pertenece a la primera categoría Secundaria del concurso "Acercando palabras".
DESGRACIADO MILAGRO
Todas las noches aparecía el borracho
en el medio de la sala, ella como en todas
las ocasiones intentaba quitarle la botella y la copa todavía medio dormida. Su
amor por él era algo de otro mundo ya que sabía cómo era el hombre, tenía en
cuenta que iba a permanecer a su lado para siempre y que su esencia y sus
hábitos no iban a cambiar. Pero, a pesar de todo esto, ella siempre se mostró
feliz –si se puede compartir que su verdadera felicidad era su hijo-.
Algunas personas se preguntaban si
ella lo amaba o solo lo soportaba por el bienestar de su hijo, nunca sabremos
cuál es la verdad sino siempre se escucharán por ahí esas dos posibles
versiones. Lo que sí sabemos con precisión es que todas las noches la copa que
sostiene el borracho se cae al suelo pero que esta nunca se rompe y que de la
nada aparece una vieja gitana gritando como loca:- ¡Desgracia! ¡Maldita
desgracia!-.
La verdad es que lo que el borracho
pretende que es una desgracia para él, significa un milagro para el hijo de su
mujer. Porque el tiempo se paró un día, el día en el que la copa no se rompió
por primera vez. Provocando que las últimas veinticuatro horas se repitieran,
esto permite que la enfermedad terminal del niño no avance porque ya no hay más
tiempo.
Camila
Celeste Agüero. 13 años. Colegio San José.
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