El televisor y el por qué
Hace tanto, pero tanto tiempo que nadie sabe cuánto,
sucedió un hecho que nos cuenta
porqué los televisores no tienen orejas.
Todo comenzó así: los televisores sí tenían orejas y
gigantes… De pronto todo cambió
cuando una nena llamada Elisabeth hacía los deberes en su
casa y se le ocurrió jugar
porque la mano se le había cansado y además estaba
aburrida. Pensaba: ¿ por qué la
maestra Puñilita es tan, pero tan obsesiva con las
tareas? Al menos nos debe dar 35.000
tareas como si pensara que a nosotros el tiempo
nos lo regalan. ¡Qué maestra molesta y obsesiva!
Al día siguiente Elisabeth se pone a mirar televisión.
Como ya les dije en otro tiempo los
televisores tenían orejas así que no era extraño que
escucharan todo lo que las personas
decían. Por esto no se podía decir ni una palabra con el
televisor prendido porque ya
metía la cuchara y decía cualquier pavada. Por ejemplo si
alguien decía: “¡Ay, qué novela
tan aburrida!” el televisor contestaba: “Cambiá de canal,
poné otro programa o
directamente ponete
a charlar con alguien”. Un día, mientras Elisabeth miraba televisión, de pronto
se cortó la luz y luego regresó , se volvió a cortar y así muchas veces. Tantos
choques eléctricos hicieron que al televisor se le
cayeran las orejas por eso es que ahora
no tienen. ¡Y menos mal!
Nadie quiere ver a los televisores chusmitas o inquietos.-
Agustín
Iglesias. 11 años .Escuela de educación especial.
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