LA CASA DE REPOSO
Desde que Irina Valdés perdió a su esposo y su memoria en aquel
Desgraciado accidente de la avenida Juan B. Justo, pasaba el tiempo sentada
En el sillón gris de su cuarto. Ya no se esforzaba por recordar, era inútil.
En su mente dañada surgían sólo dos palabras y siempre las mismas, “Quiero irme”, Irina no encontraba ninguna conexión en esa pequeña frase
Y su pasado.
Sus dos hijas le habían contado que, una era arquitecta y la otra
Futura modelo profesional. También la habían puesto al tanto que
El diez de agosto pasado cumplió sesenta y cinco años. Irina perdió
Su pasado y por lo tanto mejor era no pensar, no pensar en nada.
Se levantó del sillón para dirigirse a la sala continua. Se detuvo al oir
Las voces de las chicas que discutían acaloradamente.
=¡¡Te digo que no la puedo tener!!
Anunciaba la exaltada voz de Clara, “No pienso arruinar mi carrera
Justo ahora que estoy en la mejor etapa, además, mamá se ha convertido
En una carga para mí sola. ¿No te das cuenta?,no razona, no habla, es un
Peligro, y quién sabe lo que le pasa por la mente, y si habla, no es más
Que para interrumpir o cruzarse en las conversaciones ¡¡Me pone histérica!!
=Estoy de acuerdo, pero yo tampoco pienso cargar con ella
Replicó la pausada voz de Delia. Sabes bien que Andrés nunca se llevó bien
Con mamá, apropósito de Andrés, fue él justamente el que hace un momento
Llamó para sugerirme, que deberíamos internarla en la “Casa De Reposo”.
¿La casa de Reposo? ¡Esa sí que es una excelente idea!, allí va a estar bién
Atendida y vigilada que es lo principal. Irina se apoyó de espalda a la pared.
Pasó una mano por su rostro, estaba frío, helado, como sí de pronto la sangre se
Le hubiese congelado en las venas. De modo que pensaban recluirla en La casa
De Reposo, y sin siquiera consultarla, ¿Qué era ella para sus hijas?
, un mueble gastado , viejo, que en cualquier rincón de la casa que lo pusieran
Les arruinaba el decorado. Cerró los ojos, y a su mente acudieron las dos
“espiritualmente blancas” palabras de siempre “Quiero irme”. Irina se aferraba a
La idea de que ella, pudo haber sido una madre fría, sin cariño por sus hijas,
Y ahora estaba cosechando lo que había sembrado. ¿ Y si no hubiese ocurrido así?, y si sus hijas lo hacían simplemente para imitar a sus amigas de la alta
Sociedad, estaban tan de moda los geriátricos para los hijos modernos de estos
Tiempos , y había que actualizarse, no?. Como fuera , ya tenía su determinación
Tomada, ¡cuánto menos aprecio a la gente mayor!, ¿ Acaso nos olvidamos que
Todos por igual recorremos el mismo camino?.
Irina volvió a su sillón gris. , era una soleada tarde de los primeros días de
Septiembre, ¡Q ue hermosa tarde!, desde el ventanal podía ver el montecito
De duraznos insinuando sus primeras flores y el de ciruelas con sus flores blancas, que llamativo contraste conformaban con el verde de la gramilla,
En esas cavilaciones estaba cuándo escucha los pasos de Clara y Delia que se
Acercaban:: bueno, se mostraría serena, ausente y fuera de combate. Clara tomó
La iniciativa:
= Mamá, tenemos una sorpresa para ti, esperamos que estés de acuerdo ya que es una decisión tomada por el bien de todos, hemos arreglado con Delia que
Para tu mejor restablecimiento te vayas a vivir a La Casa de Reposo, que además de estar bien atendida, tendrás un médico siquiatra, te ayudará a recuperar
La memoria y así recordarás tu pasado. Irina las miró y pensó, ¡Que lindas eran
Sus hijas, pero que frías, que dolorosamente frías!, sí, algo había fallado.
Clara seguía hablando con entusiasmo =¡Mamá, me había olvidado!
Antes de irte, que será mañana por la mañana, queremos pedirte que nos firmes
El poder que nos autoriza a disponer de los bienes libremente, está sobre el
Escritorio que fue de papá.
Luego se retiraron cada una a lo suyo ,Irina se preparó un té, mientras mentalmente ponía su plan en marcha. Sonrió con tristeza, desde mañana, Irina,
La desmemoriada, pasaría a ser “Irina la loca”.
Fue al dormitorio, preparó el bolso, y posteriormente lo cambió por pensar que
Sería mejor llevar la valija marrón. Buscó ropa de abrigo, iba a necesitarla, pues
Todavía hacía mucho frío. Sería un viaje muy largo. Puso en el fondo de la valija
La cajita con las cartas de Enzo, el que había sido su esposo, su compañero
Y el que ahora la había dejado tan sola. Cerró la valija y la ocultó debajo
De la cama; para el viaje se pondría el tapado grís y el chal negro.
Se acostó temprano…………
Serían las dos de la mañana cuándo llegaron Clara y Delia, por las dudas
Empujó la valija un poco más debajo de la cama y se quedó muy quieta
Simulando dormir, pero ya no durmió, y a las cinco y treinta empezó a
Vestirse despacio, con cuidado de no hacer ruido, de pasada se miró en el
Botiquín del baño ¡Qué gris se le había puesto el cabello en poco tiempo!
Controló, el tapado, el chal, la valija marrón, tenía todo. Ya estaba lista para salir
la calle. Recordó que faltaba firmar el poder
Fue rápidamente al escritorio que había sido de su esposo, tomó el papel
Que debía firmar y lo hizo trizas, luego formó un bollito y lo tiró al cesto
De papeles, abrió la puerta y salió a la calle sin mirar atrás. Estaba helando
Se levantó el chal envolviéndose la cabeza y apuró el paso, la estación
Quedaba cerca. Era cierto que había perdido la memoria, pero no perdería su
Libertad, su derecho a la vida y a decidir sobre si misma. No la
Convertirían en un despojo humano depositado en un geriátrico de lujo
Por mas de moda que estuviera. Apuró el paso, si, ¿Por qué no?. Todavía
Podía tener una oportunidad por ella misma, solo por ella misma. Llegó a
La estación, no viajaba mucha gente a esa hora. El tren estaba al llegar.
Rápidamente Irina saco un pasaje a Bahía Blanca. El tren se aproximaba.
La valija marrón, el chal, el pasaje, la cajita con las cartas de Enzo, si, todo
Estaba bien, todo en su lugar y en orden. De pronto el corazón le dio un
Vuelco, al ver acercarse a Delia a paso firme ¡¡ la había descubierto!!.
Irina creyó ver entonces la enorme, gris, fría y amenazante “ Casa de Reposo”
Y a su mente como una señal de alerta, volvieron aquellas dos palabras de
Siempre, “Quiero irme”, y corrió Irina, corrió desesperada……el tren
Se puso en movimiento, alcanzó a tomarse de la baranda y subió al estribo,
Un paso mas y ya estaba arriba, el tren aceleró su marcha, Irina ingresó
Al coche casi vacio tratando de controlar sus nervios, se sentó y por la
Ventanilla pudo ver en el andén a su hija Delia, la futura modelo profesional
Con una expresión de desconcierto y derrota pintada en su hermosa carita.
Irina se acomodó en su asiento. Sacó un termo en el cuál llevaba café
Preparado, alguien se instaló frente a ella::= Me llamo Celia = se presentó
La anciana regordeta de cabellos blancos, = La vi llegar y se me ocurrió
Que ya que las dos viajamos solas, podríamos compartir mis rosquillas de
Jamón y queso con su café, digo……no sé……si le parece……………..
= Por supuesto Celia , soy Irina, y me parece que es muy bueno compartir
En la vida, además el viaje es tan largo, afirmó Irina, mientras pensaba para
Su adentro:: ¡!Casa de Reposo!!, ¡¡pobres de ellas!!.